No esperes entenderlo...

domingo, 16 de septiembre de 2012

Caras sin rostro

Ayer volvió a atacarme esa sensación. Estoy solo, sin importar qué intente.
Salí solo de casa y me sentí así todo el tiempo que estuve fuera. No importaba con cuánta gente me pudiera encontrar, a cuánta saludé o abracé. En cuanto salí, mi cuerpo sólo era un cascarón de un yo diminuto nadando en su interior, que escuchaba murmullos de las conversaciones vagas que mantenía. Tampoco el contacto humano era el mismo: frío, rutinario, aparentemente obligatorio. Sonrisas que, desde mi punto de vista, parecían vacías. Cuestión de cortesía, de educación. Evidentemente, no culpo a nadie más que a mí mismo. Una vez me introduzco en mi burbuja, en mi cascarón, no hay nada que pueda hacerme salir. Lo hubo, pero ya no. No me queda sino dejar el tiempo pasar.
Ayer no era un día para mí, es mi conclusión final.

Hours of Wealth by Opeth on Grooveshark

No hay comentarios:

Publicar un comentario